1- ABASTECER DE OBRA DE MANO BARATA A LOS CAPITALISTAS.
El primer objetivo de la llegada de inmigrantes a nuestra tierra es el de nutrir de mano de obra barata al Capitalismo.
Los inmigrantes proceden de países con un nivel de adquisición muy por debajo del de los países europeos. Esto hace que, en comparación, lo que para nosotros resulta “normal” o “cotidiano” para ellos resulte un “lujo”. Lo que para nosotros son sueldos bajos, para ellos es una fortuna. Lo que para nosotros es una miseria, a ellos les sirve para cubrir sus necesidades básicas (nosotros somos más derrochadores y deberíamos disminuir nuestro consumismo, pero eso es otro tema).
El español nunca rebajará sus pretensiones económicas y menos aún por realizar trabajos de extrema peligrosidad en los que el Capitalista no se ha gastado un euro para poner las medidas de seguridad necesarias. Jugarse la vida por 800 euros es un insulto.
El africano, por ejemplo, por 800 euros está dispuesto a correr ese riesgo porque en su país se trabaja en peores condiciones todavía, y ese sueldo para él en comparación con el percibiría en su país, es una fortuna.
Estamos hablando siempre de inmigrantes legales. Si trata de “ilegales” el empresario aún tiene las manos más libres.
Si nos ponemos en la piel del Capitalista sin escrúpulos, que posee una constructora, veremos bien pronto que él lo tendrá claro a la hora de elegir entre un español o un inmigrante.
Si por ejemplo: el español no trabaja por menos de 900 y exigiendo un mínimo de condiciones de seguridad e higiene en el lugar de trabajo, y el inmigrante lo hace con alegría por 700 y sin exigir nada (con el consiguiente ahorro para el empresario)...
Luego esos pisos construidos con mano de obra barata se los compramos al Capitalista, siendo cómplices de esa traición a la Patria (Comprando un piso así, estamos alimentando al vampiro).
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