miércoles, 7 de enero de 2009

Paro: ¿Quién es el culpable?

Es cierto que los inmigrantes no son los responsables directos de la falta de trabajo. Los auténticos responsables son todos los Capitalistas, especuladores e individualistas que se mueven únicamente por su afán de lucro sin rendir cuentas al pueblo. Un pueblo del cuál, todos esos Capitalistas se benefician, pero no a la inversa.
Los Capitalistas buscan mano de obra barata para aumentar sus beneficios económicos. Los inmigrantes proceden de países pobres, y para ellos cualquier salario es una riqueza comparado con el que percibirían en sus países.

Para un inmigrante 700 euros es una fortuna y por este motivo trabaja alegremente.
Para un español, 900 euros no cubren sus necesidades más básicas puesto que ya está acostumbrado a un nivel de vida superior, y con ese sueldo no puede cubrir sus necesidades básicas.
Entre un inmigrante que acepta de buen agrado los 700 euros y un español que trabaja a disgusto con 900, el empresario, el Capitalista, elegirá al primero.

De ahí, al paro.

De no haber inmigración, los empresarios se verían obligados a contratar a trabajadores españoles y aceptar nuestras condiciones. No es que rechacemos según qué trabajos, sino que rechazamos las condiciones que se nos imponen por realizar esos trabajos.
Es lógico que todos los españoles tengan trabajo puesto que ellos son los hijos de aquellos antepasados fueron los que defendieron estas tierras y los que hicieron posible que España hoy sea un país avanzado, aunque en ocasiones parezca Tercermundista.
Mientras haya un solo español sin trabajo no debería de haber un solo inmigrante aquí.

Los trabajos deben ser remunerados de acuerdo a su responsabilidad, peligrosidad, sacrificio, utilidad, etc.
El Capitalista mira de recortar gastos aquí y allá para obtener mayores beneficios económicos. Si se puede ahorrar un buen dinero por no poner las medidas de seguridad necesarias en una obra, no las pondrá.
No hay malos trabajos. Hay malas condiciones de trabajo, malas medidas de seguridad, malos sueldos, etc.

El Capitalista se beneficia del pueblo y pertenece a la sociedad, pero no hace nada por ella. Sólo cuando el Capitalista se convierta en Socialista y trate a los obreros españoles y europeos como se merecen, entonces, el Capitalista pertenecerá al pueblo.
Todo Capitalista es extranjero, no es español, puesto que no actúa en beneficio de los hijos de la nación, sino en su beneficio propio e indirectamente en beneficio de individuos ajenos a nuestro país.

La caída del Capitalismo beneficia a todos ya que si el Capital vuelve a manos españolas, éste actuará en beneficio de la nación y sus hijos, y no en beneficio de intereses privados.
El Capital, debe ser liberado de las garras de banqueros, especuladores y extranjeros, y ser puesto en manos de verdaderos patriotas que le devuelvan al pueblo lo que es suyo.
El empresario que no contrate españoles habiendo españoles desempleados, debe ser desterrado. Aquél que no luche por su pueblo y sea su enemigo, aquél que semejante a un mosquito se alimente de la sangre del pueblo (su trabajo) sin ofrecer nada a cambio (trabajo digno) debe ser aplastado.

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